domingo, 24 de marzo de 2013

MI GRATITUD





Reverendísimo Padre Pío, vengo con inmenso amor a ponerme de rodillas ante tu divina presencia para agradecerte mi callada petición de salud. Te alabaré toda mi vida por lo que haces por mí y por mi familia. Por escucharme siempre. Por estar a nuestro lado para librarnos de todo mal, peligro y enfermedades. Gracias, mil gracias, Padrecito Pío.