Quédate conmigo, Señor,
porque necesito de Tu Presencia para no olvidarte.
Sabes con qué facilidad puedo abandonarte.
Quédate conmigo, Señor,
porque soy débil y necesito de Tu Fuerza
para no caer tantas veces.
Quédate conmigo, Señor,
porque eres mi vida, y sin Ti pierdo el fervor.
Quédate conmigo, Señor,
porque eres mi Luz, y sin Ti sólo veo la oscuridad.
Quédate conmigo, Señor,
para que me des a conocer Tu Voluntad.
Quédate conmigo, Señor,
para que oiga Tu Voz y te siga.
Quédate conmigo, Señor,
si quieres que tenga Fe en Ti.
Quédate conmigo, Señor,
porque aunque mi alma sea tan pobre,
quiero que ella sea un nido de amor,
un lugar en el que encuentres consuelo.
Quédate conmigo, Señor,
pues es sólo a Ti que te busco,
Tu Amor, Tu Gracia, Tu voluntad, Tu Corazón, Tu Espíritu,
porque Te amo, y mi única recompensa es
amarte cada vez más.
Con ese Amor tan fuerte, deseo amarte con
todo mi cortazón mientras esté en la Tierra,
y continuar amándote con más perfección
durante toda la eternidad.
Padre Pío de Pietrelcina
Bella oración...
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