13 DE ENERO DE 2014
EL PADRE PÍO DICE:
"Inquietarnos después de una acción porque no ha salido según la intención pura que se tenía, no es humildad; es signo claro de que el alma no había puesto la perfección de su obra en la ayuda divina, sino que más bien había confiado demasiado en sus propias fuerzas".
(De: 365 días con el Padre Pío. Ed. San Pablo. Madrid, 2010)
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